Las Storm se ponen 1-0 en las Finales de la WNBA 2020. Las jugadoras entrenadas por Dan Hugues buscan el cuarto anillo de la historia para la franquicia de Seattle, que busca el segundo en tres años y conseguir un póker con un dominio que arrancó a comienzos de siglo (2004). Desde entonces, siempre han permanecido en la élite con un mito que aún sigue dando lecciones (Sue Bird) y dos talentos de los últimos años: una anotadora compulsiva (Jewell Loyd) y una bestia en los dos lados de la cancha (Breanna Stewart).
Su rival por el título en la burbuja de Florida, Las Vegas Aces, compitieron a pesar del 80-93 final (empataron a 67 a poco de acabar el tercer cuarto tras llegar a ir 19 abajo) entre otras cosas por su mejoría en el lanzamiento de tres puntos. El 10 de 21 que lograron desde el perímetro contrasta con los 4 que meten este año de media por encuentro y el 20% que registraron en semifinales contra Connecticut. Esperanzas para el futuro de las Aces que tuvo producción (menor de la esperada) de la MVP A'ja Wilson (19 puntos y 6 asistencias) pero una gran Angel McCoughtry (20 tantos y 9 rebotes).
¿Por qué ganaron las Seattle Storm el primer partido de las Finales WNBA?
- Un monstruo llamado Breanna Stewart. Salvaje actuación de la MVP de 2018, que vuelve por sus fueros tras superar su grave lesión en el Tendón de Aquiles. Los 37 puntos (15 rebotes) 4 tapones y 2 asistencias que sumó en 37 minutos son absolutamente históricos. Es la primera jugadora de la historia de la WNBA que suma al menos 35+15 en unas Finales, además de establecer su tope en la carrera en playoffs en rebotes y tapones.
Además, la internacional norteamericana registró un 15 de 24 en tiros de campo, incluido un 5/8 desde la línea de tres puntos. Es la segunda anotación más alta de una jugadora en unas Finales WNBA, con una de sus rivales en tres de esas primeras 5 posiciones en la lista. Angel McCoughtry sumó 38 puntos con Atlanta Dream ante Minnesota en 2011, anotando también 35 y 33 con Atlanta en 2010 y 2011. Seimone Augustus, con 36 tantos, también en ese top5 (tercera) tras firmar ese bárbaro partido con Minnesota en 2011.
- Otra clase magistral de Sue Bird. Sólo en la primera parte, la legendaria playmaker de las Seattle Storm, a punto de cumplir 40 años (lo hará al acabar las Finales) firmó 10 asistencias. Increíble dato que se confirmó después para acabar con 16 pases de canasta, récord absoluto en unas Finales de la WNBA. Sus números con los que terminó el encuentro hablan claramente de su influencia como directora de orquesta de su equipo: 2 puntos, 5 rebotes, 16 asistencias y solo 3 pérdidas de balón en 31 minutos.
- Seattle no pierde un partido en las Finales. En concreto, desde el 8 de octubre de 2004. Esa fecha, las Storm cayeron ante Connecticut en el primer encuentro para luego vencer en el segundo y tercero y ganar el primer anillo de su historia. Pues bien, desde entonces, y son dos series más de Finales y el primer encuentro por el título en este 2020, no han perdido ni un duelo. Dos barridas (Atlanta Dream en 2010 y Washington Mystics en 2018) que amenazan con ser más en este año.
- Jewell Loyd, el tercer elemento. La pata que falta por completar y explicar el gran nivel de las Seattle Storm, lanzadas a por un nuevo título, es la alero ex Perfumerías Avenida. Gold Mamba terminó con 28 puntos en el primer choque de las Finales. Es su mejor partido en anotación en unos playoffs para Loyd, que registró un 11 de 17 en tiros de campo, incluido un 40% de acierto en triples (2/5).
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