Ha sido uno de los grandes fichajes de la Liga Femenina Endesa. El anuncio de la llegada a Kutxabank Araksi de Anna Cruz sorprendió a muchos, pero ahora pocos se asombran al escuchar sus palabras en su presentación oficial con el equipo vitoriano. Allí llega con una plata olímpica, otra mundial, tres oros europeos, un título de la WNBA o dos Copas de la Reina bajo el brazo, entre otros grandes trofeos conquistados en su carrera.
En una rueda de prensa ofrecida junto a su nueva entrenadora, una Madelén Urieta con la que compartió equipo en la selección absoluta durante el último Eurobasket ganado por España, la escolta catalana (33 años) ha dejado reflexiones interesantes.
Todas van encaminadas en una humildad que la head coach del Araski alaba de ella tras su incorporación: "Es una gozada. Se lo ha pasado como una junior desde el primer día. Compite como la que más, es la primera que llega a la cancha y la última en irse".
Sobre lo que Made piensa que va a dar la internacional. "Va a aportar en muchas cosas y cuadra con lo que a mi me gusta tener. No quiero especialistas que solo sumen en una faceta del juego. Su experiencia no va a ayudar, a mí también personalmente por tener una jugadora si en la plantilla. Es un 8 en casi todo".
Anna Cruz y sus primeras palabras como jugadora de Kutxabank Araski
Motivo de su llegada a Araski. "Fue una iniciativa mía, de venir aquí a jugar en busca de lo que había perdido, la motivación. Disfrutar jugando, sentirme parte de algo, buscaba un club con el que compartiera día a día, manera de hacer valores... que no se me hiciera cuesta arriba".
Cómo se gestó el fichaje. "Araski cumplía todos los requisitos. Tenía alguna referencia, conocía a Made y algunas compañeras. Decidí que este era mi destino y estoy feliz de la decisión que he tomado. Para mi lo ganado anteriormente es agua pasada y voy a intentar sumar cada día aquí porque no considero que sea mejor ni peor que nadie, y desde hoy soy una más. Siempre a sumar y aportar algo".
Una vuelta a los orígenes. "En prensa sólo sale lo bonito y hay muchas cosas detrás que te hacen perder las ganas de seguir en este mundo del baloncesto. He querido volver al baloncesto más puro, desviándome de la élite, que tiene muchas partes positivas, pero otras tantas negativas y si lo pones en una balanza todo lo que quieres es ser feliz, disfrutar, competir por supuesto, porque soy competitiva, ambiciosa y quiero ganar siempre. Eso va de la mano de sentirme parte de algo, de que una entrenadora me diga haz esto y aunque sea una locura máxima yo me lo crea a pies puntillas y lo haga porque me siento implicada. Eso me faltaba últimamente y lo he encontrado aquí".
La nueva rutina. "Nos hemos adaptado bien a todo lo nuevo. El primer día es raro pero luego es parte del día a día. Sí que durante la temporada el hecho de jugar sin público o con poco aforo se notará pero esperemos que no nos afecte siempre que tengamos un número de jugadoras para poder jugar (se ríe junto a Madelén)".
¿Afectará todo esto a la competición? "El que mejor se adapte a esta situación es el que va a ir dando pasitos adelante. Para nosotras si en algún momento se diera un positivo habría que asumirlo como si fuera una lesión de una jugadora y no dramatizar. Pensar que como si fuera un esguince de tobillo".
La importancia de Madelén Urieta en su llegada. "La conocía de la selección. Sí que me transmitió algo, un presentimiento de que podía ser un buen lugar para mi. No me ha vendido ninguna moto, he sido yo la que he tomado esta decisión. Con quien más relación tenía era con María Asurmendi, y haciendo balance ella de su trayectoria, compartimos forma de ver la vida. Ella recuperó su esencia el año pasado y es lo que vengo buscando yo también. La decisión la tomo yo, pero ella ha participado en esa decisión".
Su humildad. "Quiero dejar claro que no soy Michael Jordan. No quiero que se haga de mí una imagen que no soy. No he sido una jugadora de 25 puntos y 18 asistencias por partido. He conseguido muchas cosas en mi trayectoria pero he sido una jugadora que puede sumar en muchos aspectos sin ser perfecta ni destacar mucho en nada. No me ha ido mal así. Espero aportar ganas que siempre voy a tener, esfuerzo, sacrificio y entrega. No me siento mejor ni peor que mis compañeras. Soy una más".
Contenta con sus compañeras. "A Tamara (Abalde) la conocía también. Todas son gente normal. Vosotros miráis el palmarés de la jugadora, yo miro otras cosas que me puedan aportar en el día a día. Somos un grupo humano muy bueno. No nos conocíamos mucho entre nosotras, pero ha sido todo muy fácil".
¿Qué espera en su nuevo club? "El rol que me merezca. Aquí no me van a regalar nada por tener un nombre o por lo que haya ganado. Vengo de una lesión y estoy intentando llegar al máximo de mis posibilidades. Veremos a ver donde estoy. Quiero sumar, ayudar, siempre y cuando pueda y lo esté haciendo bien me gustaría estar en pista para sumar. No quiero un rol de siempre titular, eso es una tontería. Quiero ayudar y ser una más con mis compañeras".
Cogiendo sensaciones. "Estoy yendo de menos a más. Los amistosos tampoco son indicativos, me falta ritmo, sensaciones, llevaba 8 meses sin competir. Estoy encontrándome un poco, ubicándome, la rodilla ha pasado un tiempo largo sin impactar, se tiene que acostumbrar a este ritmo. Espero ir hacia arriba y mejorar".
Objetivos. "La liga nos va a poner donde tenemos que estar. Somos ambiciosas y queremos ganar siempre, pero hay equipos que se han reforzado muy bien. Por plantilla y puestos están por delante, pero tenemos una entrenadora que siempre busca tres pies al gato y veremos dónde estamos. Queremos competir".
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