Adiós a una de las grandes leyendas del combinado nacional. Anna Cruz deja de una manera un tanto amarga el combinado nacional, y lo hace con esta carta con la actual jugadora del Casademont Zaragoza se despide, con 34 años y tras ganar ocho medallas con la absoluta, de la selección.
Atrás quedan momentos imborrables viendo cada verano la casaca nacional desde que, fruto de un cotidiano roce entre hermanos, sus padres decidieron apuntarla a conocer el mundo de la canasta con 6 años. A partir de ahí, llegó el crecimiento de esta introvertida jugadora (como ella misma se define) que siempre ha hablado en la cancha y que además de en la selección, triunfó ganando un anillo en la WNBA. Con España, deja tres (y muchos más) momentos casi imposibles de olvidar. Son los siguientes.
16 de agosto de 2016. 'The shot' contra Turquía en los cuartos de final de los JJOO
Claro candidato al lanzamiento más especial en la historia de la selección. Tras no participar en los Juegos de Londres en 2012, España volvía a una cita olímpica a lo grande alcanzando una plata sustentada por una suspensión en cuartos de final legendaria. El coast to coast de Cruz, con cuatro segundos para el final y el partido empatado, dejó a las otomanas sin sueño de medalla en Río.
25 de junio de 2015. El 2+1 ante Montenegro que nos hizo superar los cuartos
Hacía dos años que el equipo de Lucas Mondelo había alcanzado la gloria en Francia con su segundo oro continental en su historia, y en la cita de Hungría y Rumanía llegaba otro momento en el que Anna Cruz se echó a su equipo a la espalda. Lo hizo con un 2+1 marca de la casa a menos de 10 segundos para el final que posibilitó eliminar a un conjunto balcánico que puso muy difícil las cosas a la vigente campeona. "En esos momentos finales no piensas. Sólo ejecutas. Ha entrado y han pitado falta”, declaró la catalana tras el encuentro. En ese Eurobasket, España también mordió metal (bronce).
25 de junio de 2017. Su gran final para recuperar la corona continental
En esta ocasión, más que un momento, un encuentro. Tras el metal cosechado en 2015, España volvía a ganar el cetro en República Checa. Sería el segundo título en cuatro años, antes del tercero consecutivo que llegaría en 2019. Ante Francia en Praga, Anna Cruz fue el perfecto eje entre Alba Torrens y Sancho Lyttle, dominados en el exterior e interior. Y aunque su partido no fue tan destacado en números como sus compañeras (12 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias en 22 minutos) su actuación en ataque y defensa fue esencial para detener al potente combinado galo.
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