(Texto publicado en la web de Gigantes el 12 de mayo de 2020).
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Sólo tres clubes españoles han conseguido ganar la Copa de Europa femenina desde su nacimiento a finales de los años cincuenta. Y únicamente uno lo ha hecho por partida doble, y además de forma consecutiva. Hablamos del Dorna Godella valenciano, un equipo que hizo historia ganando el primer título femenino a nivel europeo en el deporte español.
Ocurrió a comienzos de los años noventa, cuando el conjunto de l’Horta valenciano, que ya había ganado por aquel entonces una liga femenina y una Copa de la Reina (ambas en 1991), se unió al Real Madrid, que hasta ese momento era el único representante español que había logrado la máxima competición continental, eso sí, a nivel masculino.
Fue el 26 de marzo de 1992 en la localidad italiana de Bari, con el triunfo ante el Dinamo de Kiev (66-56), que sentaría un precedente que se repetiría también al año siguiente, conquistando el doblete. Otro hecho, el de volver a conseguir un entorchado europeo, que sólo habían alcanzado hasta la fecha el Daugawa Riga de Letonia (el equipo más laureado en la historia de la competición con 18 trofeos) y el Primigi Vicenza italiano, que ganó cuatro seguidos entre 1985 y 1988.
Los orígenes del Dorna Godella
Todo comenzaría por un giro radical en el día a día del Godella, que tan sólo tres años antes de ganar la Copa de Europa luchaba por no desaparecer. La llegada de José Ramón Guimaraens con la empresa español Dorna (con la intención inicial de encontrar un patrocinador para club) cambió el rumbo. Guimaraens sería nombrado presidente, dando solidez con Dorna al progreso del del Club Baloncesto Godella. Lo hizo siempre de la mano de otra de las grandes artífices del crecimiento del Godella, Dolores Escamilla, de la que hablaremos más adelante.
El crecimiento fue exponencial, y se multiplicó aún más con la llegada del histórico Miki Vukovic. Poco le falta para cumplir 76 años a un técnico serbio que llegó a España tras triunfar con el Jedinsto Tuzla bosnio, con el que fue campeón de Europa en el 89 y que ya había subcampeón Mundial y Olímpico en dos ocasiones con Yugoslavia. «Cuando me llamaron, me sorprendió de inicio el proyecto ambicioso que se pretendía hacer. Mi carácter me invitó a aceptar porque, aunque conllevaba riesgos, era el salto que debía dar en aquel momento», reconoció en Levante-EMV un técnico que posteriormente también entrenaría al antiguo Pamesa Valencia en la ACB.
Vukovic sustituyó en el banquillo a Carme Lluveras, entrenadora hasta la fecha del Godella, y construyó un legado que no dejó de crecer hasta alcanzar el imperio continental durante dos temporadas consecutivas. Hubo que pasar, eso sí, baches, como el de la temporada 1990-1991, cuando el Como Jersey les dejó fuera de la Copa Ronchetti.
1992; la primera Copa de Europa
Aprendieron, y de qué manera, las jugadoras del Godella de esa derrota continental para su primer año en la Copa de Europa. Y lo hicieron de tal manera que ganaron el torneo imbatidas, sin ceder ni un sólo partido, y llegando a una F4 en la que ganaron con claridad al Sporting de Atenas en semis (87-61) y al citado Dinamo de Kiev en la final (66-56). Fue en la Final Four disputada en la localidad italiana de Bari y en la que el Como Jersey llegaba como favorito, pero ni siquiera pudo llegar a la gran final tras caer en semis.
En ese equipo sobresalía por encima de todos un nombre. El de Razija Mujanovic, posiblemente la jugadora más dominante del baloncesto europeo por aquel entonces. Una pívot de 2,03 metros de altura que se salió con 31 puntos en una final que no se pudo ver por televisión. Y es que TVE no retransmitió el partido en directo, limitándose a un breve resumen de madrugada. Sólo los que tenían Eurosport y canales con parabólica pudieron ver ese encuentro. El roster de dicho conjunto era el siguiente.
Anna Junyer
Luisa Bisetti
Paloma Sánchez
Natalia Zasoulskaya
Razza Mujanovic
Rosa Castillo
Laura Grande
Esther Tordesillas
Teresa Almoguera
Emma Bezós
Algo que sorprendía en ese Dorna Godella es que los roles estaban muy definidos. De hecho, Anna Junyer, Paloma Sánchez, Razija Mujanovic y Natalia Zassoulskaya jugaron todos los minutos de esa final y tan sólo Laura Grande y Rosa Castillo (esta última, una histórica que ganó 11 ligas y 13 de Copas de la Reina), pisaron la pista en algún momento.
1993; se repite la gesta en casa
Tras la heroica de conquistar la Copa de Europa por primera vez, el Dorna Godella afrontaba el desafío de repetir hazaña al año siguiente. Lo hicieron en un curso con muchos cambios en su plantilla, ya que sólo Natalia Zasoulskaya, Laura Grande, Paloma Sánchez y Anna Junyer, capitana del equipo y actualmente en el gabinete técnico de la FEB, sobrevivieron de la campaña anterior.
Por contra, llegaron Katrina McCIain para intentar hacer olvidar a Mujanovic, junto a Wonny Geuer (madre de los Hernangómez), para formar un potente juego interior. La base Ana Belén Álvaro (rápida y eléctrica como pocas), Piluca Alonso, Luisa Bisetti, Pilar Valero y una incipiente Amaya Valdemoro completaban el equipo de Vukovic, que volvió a plantarse en la Final Four otro año más.
Y esta vez, como anfitrionas. El pabellón del Pla de l’Arc, en Llíria, un pueblo que no llegaba a los 14.000 habitantes por aquel entonces, se llenó para meter 4.000 personas en lo que bautizaron como la Badalona valenciana. Primero, para vencer al Challes-Les-Eaux francés en las semifinales, y citarse con su bestia negra, el Como Jersey transalpino, el equipo al que se había marchado Mujanovic tras dejar Godella. Una final con un ambiente impresionante, que ganó remontando el conjunto español por 66-58. Un duelo que este sí puedes volver a revivir. Como postre (y repitiendo como el año anterior), Dorna ganaría poco después la Copa del Mundo de clubes, la segunda para sus vitrinas.
Dolores Escamilla, la artífice
Fueron años dorados para un Dorna Godella que llegó a ganar seis ligas domésticas y cuatro Copas de la Reina y que no se entenderían sin la figura de Dolores Escamilla. La auténtica impulsora del proyecto, y una ferviente luchadora por el deporte femenino (también ha estado muy ligada al equipo de fútbol de chicas del Levante), le contó a Godella.es como comenzó todo.
«Dorna era una empresa que estaba empezando y sonaba muy fuerte. Concerté una cita con José Ramón Guimaraens -el gerente, con quien todavía guardo relación- y me fui a Madrid en autobús acompañada de Pepa Blasco, la directiva del Sagrado Corazón. Fue una historia surrealista, pero siempre he defendido que con ilusión y esfuerzo se puede conseguir cualquier cosa».
El fin de la era Godella
La irrupción del Dorna Godella fue el germen de lo que llegaría posteriormente no solamente a nivel de clubes, sino también con la selección. Y es que en el verano de 1993, varias de las integrantes del conjunto valenciano formaron parte del equipo que ganó la medalla de oro en el Eurobasket de Perugia. «Todo lo que se logra a través de la historia es un paso para las generaciones posteriores. Muchos equipos han luchado después del Dorna para meterse en la élite. Así que ganar la Euroliga con el Dorna fue un paso importante», recordaba a la FEB Anna Junyer, una de las pieza más capitales en el Godella de esos años.
Una época memorable que se acabó en 1996 con la decisión de Guimaraens de llevar el equipo a Getafe, para volver a dejar al club únicamente categorías inferiores, hasta 1999. En ese momento, la familia Ros Casares cogería las riendas del club hasta hacerlo campeón de Europa en 2012 en otra bonita historia que tampoco tuvo final feliz.
Ahora, los herederos de aquel mítico imperio no se rinden: Godella disputó el año pasado la fase de ascenso a la Liga Femenina 2, aunque no pudo pasar de las semifinales en la madrileña ciudad de Pozuelo de Alarcón tras caer en un ajustado duelo ante el anfitrión, que acabaría ascendiendo. Una piedra en el camino que sin embargo no hace que los míticos años del Godella, para el gran aficionado al baloncesto español, queden en el olvido.
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