PARA LEER. (Plantilla a plantilla). Así se están formando todos los equipos de la LFEndesa 2021/2022
El espectacular FIBA Women's Challengers disputado por la Sub-16 Femenina en San Fernando (invicta en cinco partidos y clasificación para el Mundial del próximo año), tuvo una protagonista principal. Y no es precisamente una jugadora. A sus 43 años, la cordobesa Cristina Cantero sigue firmando grandes registros en su trayectoria sin que su música suene demasiado alta.
Rock and roll sin desafinar para esta ex jugadora con experiencia en los banquillos desde que tenía 18 años y que ha asumido a lo grande el reto este verano de hacerse cargo de una selección de formación nacional por primera vez. Lo ha hecho dejando su sello (su equipo ha encajado 49, 40, 38, 30 y 39 puntos, dejando auténticas exhibiciones defensivas), y dando lustre a un recorrido que ya fue brillante en la pista y que fuera de ella sobresale con una claridad que no parece que vaya a cambiar en próximos años.
Su increíble vínculo con Celta Zorka Recalvi
Porque Cristina Cantero es entrenadora principal de la primera plantilla de uno de los clubes más míticos de nuestro país, el Celta Zorka Recalvi. La que comenzará en la nueva LFChallenge será la séptima campaña consecutiva que la de Cabra asuma las riendas del cuadro céltico, un seguro de vida en lo que a competitividad se refiere con ella a los mandos.
Tanto que, hace tan sólo unos años (curso 2017-2018), únicamente una Fonteta a reventar y el florecer del imparable proyecto de Valencia Basket hacia la élite impidió el regreso del cuadro de Navia a la LFEndesa con Cantero ya en el banquillo. Allí también estaba, por ejemplo, una incipiente Raquel Carrera que tan sólo es un guion más en una larga lista de talentos que han pasado, pasan o pasarán por las manos de esta brillante entrenadora.
Varias fases de ascenso más se acumulan en los últimos años para un club que es desde luego el que ha marcado la vida de Cantero desde comienzos de siglo. Allí llegó en 2002 para jugar sus últimos años de carrera (seis campañas seguidas). Desde entonces, su vida cambió para siempre en todos los aspectos, jugando de inicio a las órdenes del hoy entrenador del todopoderoso Ekaterimburgo, un tal Miguel Méndez.
Unos primeros años como jugadora en Vigo que marcaron el camino
En esos cursos, también fue dirigida por otro viejo conocido entre otros, el ex de Casademont Zaragoza Carlos Iglesias. Tan sobria, cercana y sensata por entonces en la cancha como lo es ahora con la pizarra, Cantero aterrizó en Vigo para ser playmaker de un equipo que en esos años conoció varias caras del deporte: jugó varios playoffs y Copas de la Reina y compartió vestuario, entre otras, con jugadoras como Noemí Jordana, María Revuelto, María Pina o Laura Nicholls.
Pero también ese Celta estuvo en la otra cara amarga del basket, la de tener que salvarse en los últimos partidos varios años, antes de acabar en la LF2. Tras dejar su etapa de jugadora (y ser madre en su único año sin entrenar, la 2009-2010, fruto de su amor con el prestigioso técnico y uno de los grandes referentes en formación no sólo del Celta sino del panorama nacional, Carlos Colinas), Cristina asumió las riendas del equipo en la 13/14.Desde ese momento se magnifica aún más su virtuosa etapa como entrenadora que este 2021 afronta un nuevo desafío en Challenge con incorporaciones jóvenes muy interesantes en Navia (Laia Lamana o Sara Castro) además de las Celia García, Ángela Coello, Mariona Martín, Marita Davydova y compañía. Un bonito reto que acabará quién sabe si en LFEndesa y que podría dar continuación a lo vivido estos días en Cádiz, seguramente una de las mejores experiencias en los banquillos de Cantero.
El gran torneo con la Sub-16 en su primera experiencia como head coach FEB
En su sexto verano integrada en dinámica de formación nacional (fue ayudante en varias generaciones previas, consiguiendo por ejemplo el bronce en el Europeo de hace un par de años con la Sub-19), Cristina Cantero ha marcado tendencia con un grupo de jugadoras que promete. Lideradas por el proyectazo de jugadora llamada Awa Fam, la generación 2005 ha brillado en algo que su entrenadora vaticinaba que se vería antes de comenzar el torneo en declaraciones a la FEB. Morder, morder y más morder.
Así hablaba Cristina Cantero de la Sub-16 antes de su exhibición en el FIBA Women's Challengers
"Buscaremos ser muy intensas en defensa, jugar con un ritmo muy elevado y sobre todo ser auténticas pesadillas atrás. Marcaremos el ritmo de juego desde la defensa y a partir de ahí construiremos", destacaba Cristina, que también marcaba las señas de identidad que quería ver en su equipo. "Un grupo fuerte que se crezca ante las debilidades. Lo que intentamos transmitir es que queremos ser sólidas y tener un juego alegre".
Dicho y hecho. Sello Cristina Cantero. Eficaz en la cancha e intachable fuera de ella. La sensación, todavía más abrumadora, de que lo mejor de ella y sus equipos está aún por llegar. Y por supuesto, sin hacer mucho ruido.
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