Fenómeno Iyana Martín. Su tremendo Mundial Sub-17 y las razones para considerarla una estrella en ciernes
A veces, lo más oportuno para entender la virtud no lo consiguen las palabras. Lo explican mucho mejor los hechos. Por eso, aquí tenéis a Iyana Martín Carrión.
Iyana Martín.
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) July 12, 2022
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Final ajustado
— 🏀☆ 𝑽𝒊𝒆𝒋𝒂 𝑮𝒍𝒐𝒓𝒊𝒂 ☆🏀 (@ViejaGloria23) July 9, 2022
🇪🇸57 - 🇨🇦57
⏲️54 segundos para el final
Iyana Martín se inventa este canastón que decanta el partido!#GALONES!#U17F #SelFem #FIBAU17WC pic.twitter.com/MPZ7u0KVMk
📹 El ALMA de la #U17F 🇪🇸 lleva su nombre...
— Baloncesto España (@BaloncestoESP) July 14, 2022
....IYANA MARTÍN 😍
Así fue su actuación en la victoria que nos mete en Cuartos del #FIBAU17 🔥#SomosEquipo pic.twitter.com/e4cqgA95Ef
El 18 de enero de 2006 vino al mundo una jugadora tocada por la varita de la competitividad. Esa que hace que, en las circunstancias más difíciles, saques siempre tu mejor nivel. Y con esta asturiana, que nació bebiendo ya de la pócima de la varita del juego, nada en el juego sucede por casualidad. De hecho, cuánto más difícil es el reto, mejor nivel muestra y más tira del grupo.
Las más joven en el cinco ideal del Mundial Sub-17
Porque esa, la competitividad, es una de las principales cualidades que se saca del nivel de esta playmaker que acaba de terminar el Mundial Sub-17 con España con una plata mundialista colgada al cuello y elegida en el quinteto ideal del mismo. En él, estaban Dominique Malonga (Francia), Cassandre Prosper (Canadá), Jaloni Cambridge y JuJu Watkins (Estados Unidos). Todas ellas, nacidas en el 2005. Por citar un dato, Prosper, la más mayor, nació 358 días antes que ella (25 de enero de 2005).
Y eso, quizás, es uno de los factores que más impresiona en el juego de la actual jugadora del proyecto formativo catalán Siglo XXI, tras comenzar en el Oviedo Club Baloncesto. Con un año menos que la mayoría de las jugadoras que disputan este mundial, (terminando la edad cadete, cuando el resto enfoca empezar su último año de junior), lyana no se ha amilanado ante ninguna jugadora. Sus medias, 13,4 puntos y 6,1 asistencias, (en 4 de los 7 partidos máxima anotadora del equipo, ante Australia repartió 7 asistencias, siendo mejor pasadora y sexta anotadora del torneo), son notables.
FOTO: @oviedocb
Pero quizá lo es más su aparición, en momentos determinantes y decisivos de los partidos, tirando del carro de una selección en la que, junto a Awa Fam, la otra gran potencia y estrella del combinado nacional, era la más pequeña. Pero eso no era impedimento para mirar a la cara de las rivales cuando más complicada estaba la situación.
En una fase de grupos en la que España arrancó con el motor diésel, (ganando, eso sí, a Canadá, cuarta clasificada a posteriori, para vencer a Egipto y Corea posteriormente), las de Cristina Cantero supieron sufrir en unos disputados Octavos de Final ante Malí (62-56). Un duelo en el que Iyana demostró que ante el físico africano, ella nunca iba a dejar de exponer sus cualidades sobre todo atrás, basadas en una tremenda capacidad defensiva, unas manos innatas para el robo y una intuición bárbara (casi 3 robos por partido).
En cuartos de final, Australia vio el despertar más competitivo de las de Cristina Cantero, siempre bajo la tutela de una Iyana a un nivel extraordinario (10 puntos y 7 asistencias, a pesar de su mal día en el lanzamiento de campo), multiplicado en las citas por las medallas.
El abrazo entre Iyana y Cristina al finalizar el duelo contra la todopoderosa USA, compitiendo tres cuartos a gran nivel ante un rival que había ganado los duelos por 52 tantos de media, lo decía todo. Era una señal de respeto y de afecto entre dos personas enamoradas de este juego, que saben lo que significa estar dentro de una cancha, y que se entienden a la perfección con una mirada.
Cristina depositó toda su confianza el año pasado en su llegada como head coach de un FIBA Challenger Sub-16 en Iyana, que ya por entonces mostró un gran nivel (11,6 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias), y lo ha mejorado con creces en esta cita en la localidad húngara de Debrecen.
Aparece siempre cuando más falta hace
Aún Francia se pregunta cómo pudo perder la semifinal contra nuestras chicas, tras llegar a contar con rentas de 14 puntos de ventaja, y acabar cediendo por 66-59. Quizá se deberían preguntar por Iyana, porque es difícil entender con un físico tan inferior como puedes aportar tanto en las dos partes de la cancha.
20 puntos, 4 rebotes, 7 asistencias, 5 robos (eso sí, 5 pérdidas), fueron los números en la semi, con Iyana tirando del grupo cuando más sufrió en la primera mitad, y sacó el arsenal más valioso de su juego y que no es tangible, cuando más falta hacía: el carácter. Así lo mostraba tras cada triple anotado por Carla Viegas, y de esa manera lo evidenció tras los dos aciertos exteriores seguidos en la primera mitad contra las galas que hizo creer a España.
Lo mismo que contra Estados Unidos, que tras 1 '20” de encuentro en la gran final, ya marchaba 6-0 por delante, y de repente se encontró con 9 de los primeros 13 puntos de España anotados por Iyana. Su irrupción mantuvo a su equipo en el partido y dio confianza bajo su mando para que todas las compañeras pudieran tener oportunidades y demostrar su valía en una cita difícil de repetir en sus vidas, como era la final de un Mundial.
Sus cualidades
Un marco que para la asturiana parecía no ser nuevo. En muchos momentos, lyana jugó con el desparpajo del que lo hace en su lugar de origen, o incluso en una pachanga de unos amigos. Es ahí, quizás, dónde se entiende el mayor valor de esta base zurda. Y es que precisamente esa es su primera cualidad. Hablar de una jugadora que domina a la perfección una mano tan difícil de defender en el baloncesto actual, con los defensores acostumbrados a tener que emplearse en un 95% de casos en frenar la mano dominante diestra.
Y encima, ante la pausa, finta de reverso y elección constantemente buena de Iyana, que tiene un espectacular uso del látigo (del añorado Dejan Bodirosa), lo que la convierte en una jugadora diferente para presentar mimbres de estrella.
Paso a paso, por supuesto, porque ni siquiera sabemos si jugará el Europeo Sub-16, algo que sería totalmente coherente para seguir cuidando su formación. Pero desde luego las comparaciones, siempre odiosas, no se van a dejar de establecer sabiendo que se está ante una jugadora con un talento endiablado, que además posee rango de lanzamiento desde el bote y catch and shoot, y a la encanta jugar el bloqueo directo. Que se lo digan a Awa Fam. ´
¿Se acuerdan de Céline Dumerc, esa base francesa que ha marcado una época en el baloncesto europeo? Pues en cierta manera recuerda jugando a ella. Eso sí, sólo son parecidos, ya que Iyana Martín debe establecer su propio recorrido, y quiere ser grande mientras se vislumbra lo más importante: un espectacular abanico de mejoras por delante.
Quizá lo más sorprendente y hasta temible para sus rivales, es ver cómo compite, dejando la sensación de que aún tiene mucho que mejorar. Es Iyana Martín Carrión, para los que no la conocían, una gran sorpresa de este Mundial Sub-17. Un nombre que, desde luego, ha venido para quedarse.
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