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En la temporada de su regreso a la Liga Femenina 2, Carla Jou (Ala-pívot de 26 años y 1,80 de altura) ha jugado hasta la fecha 10 encuentros con el Geieg Girona, y promedios de 2,2 puntos y 1,7 rebotes en algo más de 14 minutos por encuentro. Es una campaña especial, ya que supone su regreso a las canchas tras superar una grave lesión (triada, rotura del ligamento interno, menisco y cruzado de la rodilla derecha, que se produjo en mayo de 2019) y que compagina con su indispensable labor en el Spar Girona, en el que ejerce de delegada en el primer equipo.
Además, Jou también trabaja en administración dentro del club gerundense. Una historia, desde luego, curiosa la de la jugadora de Llagostera. De familia adherida al mundo de la canasta (su hermano Guillermo es el capitán del BAXI Manresa, mientras que sus primeros Eric y Edu Jiménez han jugado en clubes LEB), Carla entró a trabajar en el último campeón de LFEndesa en marzo de 2018. Regresaba de jugar en la primera división escocesa (antes también estuvo en Bruselas), dónde había hecho el Erasmus, de empezar en apenas media jornada empezó a crecer aprovechando su grado de economía dentro del club.
Y hoy, a la vez que compaginar su pasión en las canchas (volvió de su grave lesión el pasado mes de octubre) tiene el móvil encendido las 24 horas al día para intentar ayudar en la vida cotidiana de las estrellas del Spar Girona. "Son 10 jugadoras y diez vidas, y no tienes un horario. Si alguna tiene un problema con la lavadora por la noche me llamará a mí, porque me tienen confianza y también por el idioma, las que sólo hablan inglés", declara en palabras recogidas por Diari de Girona.
En Spar Girona ha vuelto a coincidir con Alfred Julbe, su técnico en categoría junior en la base del club de Fontajau. En esa época, y con Anna Caula como entrenadora principal, Carla Jou llegó a debutar en LFEndesa (2010/2011, jugando contra Perfumerías Avenida). Un rival, las charras, con los que, entre otros, tiene que gestionar el día a día actualmente la interior mientras que incluso, en algunas ocasiones, entrena con el primer equipo por petición de Julbe.
Una singular trayectoria, que como suele ocurrir en otras ocasiones, tiene una interesante historia de superación. No es otra que la de su grave lesión hace unos años (2018). "Lo recuerdo como si fuera ahora. Me rompió el 4 de mayo, un sábado, y al día siguiente el Uni ganaba la segunda Liga en Fontajau contra el Perfumerías Avenida. Fui al partido con muletas, y había estado trabajando todo el día con la rodilla hecho polvo".
Se operó tiempo después, ya que, como ella misma relata, no podía ir por la vida "con 25 años y una rodilla rota". El confinamiento, en el que trabajó con un fisio online, fue esencial para ella. Ahora, ya recuperada y recuperando sensaciones como jugadora, hace lo que más la gusta. 24 horas al día. Ahh, y comparte piso con la capitana del Geieg Girona (duodécimo en el Grupo de LF2, 4-14 de balance), Vane González, su mejor amiga. Es la historia de Carla Jou.
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