PARA LEER. Huracán de choques nada más comenzar: toda la semana en el baloncesto femenino
No ha jugado Campus Promete su duelo intersemanal correspondiente a la segunda jornada de la Liga Femenina Endesa (aplazado con Durán Maquinaria Ensino al 6 de octubre por la previa Eurocup del cuadro gallego) pero en Logroño hay una gran noticia. El equipo que capitanea César Aneas incorpora a uno de los grandes fenómenos de la pasada Liga Femenina 2, que no es otro que Alima Dembélé (21 años, 1,90).
La de Bamako llega a la Liga Femenina Endesa tras dos temporadas en España y la sensación de que es todo un ciclón por explotar. Desembarca en La Rioja tras jugar el Afrobasket con la absoluta de Malí, que disputó la final (4.6 puntos, 2.2 rebotes y 2.2 asistencias por partido) y con posibilidades muy serias de jugar minutos en Promete de manera casi inminente.
Sabiendo el siempre eficaz trabajo que realiza Aneas con sus plantillas, es de esperar un progreso inminente en lecturas de juego, tomas de decisiones y capacidad individual de una Alima Dembélé que es un todo un portento y que dará rendimiento desde las posiciones de cuatro y de tres del cuadro de Promete.
La africana forma parte de un núcleo de jugadoras malienses que están haciéndose paso en la máxima categoría. El año pasado Aminata Sangaré llegó a la LFEndesa firmando cuatro temporadas con Casademont Zaragoza desde Torrelodones, y Siká Koné fue la líder de un Spar Gran Canaria que llegó a playoffs. Y este año le llega el turno a Dembelé. Nadia Fingall, aunque estadounidense, es otro ejemplo de apuesta por jóvenes con mucho recorrido y un físico privilegiado (10 puntos y 11 rebotes en su debut en la élite con Estudiantes tras firmar 14+8 con Paterna en la pasada LF2).
Hasta los 21.5 puntos, 8.9 rebotes y 1.4 asistencias en 33 minutos por choque se fue Dembelé en la 20/21 con Vega Laguna Adareva de Tenerife, tras llegar a España el año anterior para formarse (16 y 17 minutos) primero con HGB Ausarta Barakaldo y después con Magec Tías Violencia de Género. Su estallido dominante el pasado curso le llevó, sin ir más lejos, a firmar 32 puntos, 17 rebotes, 5 asistencias, 15 faltas recibidas y 55 de valoración en enero para establecer el tope de la categoría la pasada campaña.
"Soy una jugadora con ambición. Entre mis virtudes destaca el ataque, especialmente en el 1x1. Mi principal seña de identidad es el ataque. Quiero mejorar en defensa y seguir puliendo en general todas las facetas del juego. Competir en la WNBA sería fantástico, es un sueño que siempre he tenido", nos comentaba hace unos meses la propia Alima Dembelé, que llega a Campus Promete sabiendo que el triple (23% el pasado curso) es uno de los grandes aspectos en los que debe de trabajar.
Pero lo que va a hacer la de Malí nada más recalar en el club riojano es dar mucha, pero que mucha energía. En un equipo con interiores sobresalientes en lecturas de juego (Agustina Burani, Bojana Kovacevic) Dembelé, junto a Diarrá, aportar potencia para cambiar choques. También aprenderá mucho en el 3 de otra jugadoras que de lectura de juego van sobradas, como Jovana Nogic o Adrijana Knezevic.
Pero los minutos de la nueva jugadora de Campus Promete, si sabe adaptarse al rol e ir creciendo poco a poco en una liga donde los físicos se igualan, pueden ir en aumento. Estará en todas las peleas en el rebote de ataque y corriendo la pista será difícil de detener. Y encima, con todo el margen de mejora posible habiendo nacido en el Siglo XXI. Ojo a Campus Promete, que empezó con derrota la campaña pero puede cambiar su inercia desde ya con jugadoras enchufadas como Aina Ayuso, Paula Estebas o Serena-Lynn Geldof, y su nueva y espectacular incorporación.
Las palabras de su nuevo técnico
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