Estos días, se habla menos de la plata en el Sub-18 femenina (con el fenómeno Juste Jocyte dejando sin presea dorada al equipo de Bernat Canut), y mucho más de Elena Buenavida. La incógnita es tan grande cómo clarividente: como rendir a un nivel tan alto desde un a priori escaso 1,74 de altura. Pero cuando el coraje y el corazón superan la media, las circunstancias positivas suelen caer por su propio peso.
36 puntos (5 rebotes, 2 asistencias y 4/6 en triples con 9/14 en tiros de 2), fue capaz de anotar en la gran final de la cita continental de Heraklion una exterior que disputaba su segundo europeo del verano (ya jugó más de 18 minutos de media con la Sub-20 en el oro de Sopron). Y además, mucho 3x3 gracias a sus innegables características para esta modalidad. ¿Y cuáles son esas cualidades? Vamos a analizarlas, primero, viendo sus highlights de la final ante Lituania en un tremendo duelo ante Jocyte.
Las lágrimas tras la cruel derrota contra Lituania por tan sólo 3 tantos de diferencia (75-78), en el corro final de grupo dejaban un notable significado: el liderazgo de la canaria. Esto de la canasta le llegó en el Colegio Luther King, antes de pasar por el Spar Gran Canaria y demostrar en los Campeonatos de España tanto de clubes como de selecciones lo que estaba por venir con ella.
Quizá, (y es mucho decir esto), la calidad no sea una de sus principales puntas de lanza, pero se asegura mucho el futuro con esta jugadora que siempre es un 8 en todo en cancha y que sabe asumir responsabilidades cuando llega el momento. En el Sub-20 promedió algo más de 5 puntos por choque, y en el Sub-18, tras arrancar con 20 puntos ante Italia, los siguientes tres duelos no pasó de los tres puntos por partido. Pero, en el último cuarto contra Finlandia en cuartos de final, anotó 15 puntos (acabó con 23), en semis contra Francia 'descansó' con la buena versión defensiva de su equipo, y en la final se echó el equipo a las espaldas.
La de Granadilla de Abona ha completado dos buenos curso en LF2, categoría en la que ha jugado tras marcharse al proyecto formativo catalán Segle XXI. En esta terminada 21/22, 9,9 puntos, 5 rebotes, 1,8 asistencias y 1,9 robos con más de un 30% en triples, lo que habla a las claras de lo completa que es en la cancha Elena Buenavida. Todo trabajo en un todoterreno que está avanzando a pasos agigantados en el tiro exterior, gracias a su constante ética de trabajo, que asegura en Valencia Basket una jugadora a trabajar y que sorprenderá a más de uno.
Primero, eso sí, brillando en Paterna, dónde jugará en principio en el Liga Femenina Challenge. Y decimos principio porque tendrá hueco en la primera plantilla de Rubén Burgos. Capacidad defensiva de chocar constantemente, y una muy buena intuición para robar balones en primera línea de pase, para una jugadora que sabe leer el bloqueo directo sobre todo ante defensas hundidas, juega muy bien la puerta atrás y sabe pasar el balón con comodidad.
Unas características que habían asegurado para Buenavida su presencia en la prestigiosa Universidad de UCLA para este curso, pero en el que ha renunciado para enrolarse en las filas de un Valencia Basket que la ha prometido la importancia que empieza a merecer esta jugadora que quiere llamar la atención en el baloncesto femenino español. Desde luego, un buen comienzo es este verano que a buen seguro jamás olvidará.
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