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En el arranque de temporada de Durán Maquinaria Ensino hay un nombre propio que destaca en Liga Femenina Endesa: Helena Oma. Y no es para menos viendo el nivel que está siendo capaz de alcanzar la escolta catalana, de 24 años, en sus primeros encuentros a las órdenes de Miguel Ángel Ortega en la máxima competición nacional.
Brillantes encuentros que se unen a la aportación menos llamativa en números pero siempre determinante en el trabajo ofrecido por la de Terrasa en Eurocup. Las medias en LFEndesa, de momento, lo dicen todo: 13,7 puntos, 5,3 rebotes, 1,7 asistencias, 2,8 faltas recibidas y 12,3 de valoración. Tras el huracán Irati Etxarri (segunda máxima anotadora y segunda más valorada de la liga) es la española que más puntos mete en este inicio de competición.
Atrás quedan los duros tiempos en los que la ex de Spar Girona (uno de los conjuntos de su vida y con el que llegó a la máxima categoría) tenía que superar una grave lesión de rodilla y estaba meses y meses alejada de las canchas. Antes se había formado en el Joventut Esportiva Terrassa de su tierra y había pasado por Basket Almeda antes de llegar, tras el oro continental Sub-20, a Girona.
No tuvo muchos minutos pero, eso sí, en Fontajau nunca dudaron de su capacidad no sólo fuera, sino dentro de las canchas: cuando decidió dejar el club tras tantos y tantos años, era capitana a pesar de su juventud y de tener en el equipo a leyendas de la talla de Laia Palau y Sonja Vasic.
Pero Helena Oma tenía claro el curso pasado que era el momento de volar sola, pensar un poco más en ella misma y jugar minutos con asiduidad. Y encontró cabida en un Durán Maquiaria Ensino en el que ya cogió sensaciones con Carlos Cantero (más de 25 minutos por partido y casi 5 puntos de media) y las ha reventado con Ortega en este arranque.
Con la baja por lesión de otra mirlo que está dando un paso adelante, Alba Prieto, Oma asumió más responsabilidad ofensiva, y la está agradeciendo con seguridad, atacando el aro y teniendo buenos porcentajes, y lanzando desde el triple con continuidad (34,8%, el año pasado llegó hasta el 41,7%). Es decir: puede asumir lanzamientos lejanos con una probabilidad alta de anotarlos, y que muestra trabajo: en su cesión en la 17-18 a Cadí La Seu, sin ir más lejos, no superó el 30% de acierto jugando más de 21 minutos por choque.
Además, su capacidad reboteadora y su trabajo atrás la convierten, para su técnico, en una jugadora que va más allá de lo que hace en ataque. Multidisciplinar, vaya. Posibilidades infinitas que encuentran sensaciones cuando tu entrenador te hace creer que puedes volar. Y eso es lo que parece está viviendo ahora mismo Helena Oma. Otra de esas jugadoras que se lo quieren poner difícil a Miguel Méndez para su primera convocatoria con la absoluta.
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