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Conocer a la almeriense Concepción Sánchez Fernández-Satorre es hacerlo de alguien que representa claramente lo que es transformarse en una cancha. Introvertida como pocas en el trato cercano, pero destilando un buen hacer en lo personal que impresiona. Así es Conchi Satorre, como todo el mundo en el baloncesto conoce a esta base de 20 años que se está saliendo en su primer año en el Melilla Sport Capital LaSalle, un recién llegado a la categoría que está dejando muy buenas maneras salvándose, y con distancia de momento, de la quema del descenso.
Lo hace con una joven que, a pesar de estar recién entrenada en su segunda década de vida, ya sabe muy bien lo que es la segunda categoría del baloncesto femenino español. La conoce, en concreto, desde cadete, cuando en el club de su tierra ya empezaba a coquetear con dicha división. En junior ya era una fija (26 minutos por partido) en su último curso antes de hacer las maletas rumbo a Estados Unidos.
En la NCAA no cuajó, pero volvió a España para destacar en Liga Femenina 2 y soñar con la Liga Femenina Endesa. Primero dejando buenas sensaciones en un Unicaja muy potente que avisaba el pasado año de que el ascenso era posible (más de 16 minutos por encuentro) y este año se ha consagrado con un Melilla en el que Paulino Puerto le ha dado las llaves: 34,5 minutos de media para 13,7 puntos, 3,3 rebotes, 2,7 asistencias, 2,4 robos y 4,2 faltas recibidas.
El resultado, victorias capitales en canchas como Pez Volador ante Canoe, Los Guindos ante Unicaja o arrasando en casa a UCAM Primafrio Jairis. Además, Leganés (imbatido aún en el Grupo B) tuvo que sufrir hasta el final para ganar en el Guillermo García Pezzi. Pero... ¿Quién es Conchi SaTorre? La puedes conocer mejor en esta entrevista que resume los más de 30 minutos de fructífera conversación con la playmaker.
ENTREVISTA CON CONCHI SATORRE
Pregunta. Para comenzar, háblanos de la temporada. ¿Cómo está siendo hasta ahora?
Conchi SaTorre. Extraña y rara respecto a cursos anteriores, porque está habiendo muchos partidos que no se juegan, y otras semanas hay dos y hasta tres choques por semana. Incertidumbre por saber si se acabará la liga o no. Al final dentro de la situación que hay estamos teniendo suerte de poder estar jugando.
P. En el Grupo B (el de tu equipo) algún encuentro se cae suspendido cada semana, en una situación de incertidumbre constante. ¿Esto hace que la preparación semanal sea más rara de lo normal?
C.S. A la vuelta de la Navidad, este grupo ha sido el más afectado. Hemos tenido suerte hasta ahora nosotras, todas las semanas sin positivos. Pero tomamos precauciones, y lo llevamos bien. Espero que podamos seguir así, en lo que a la semana se refiere preparamos los duelos pensando que vamos a jugar, y si nos avisan miércoles o jueves de que no se juega, pues a preparar la siguiente semana.
Aquí en Melilla estuvimos muy mal en octubre/noviembre, somos una burbuja y las jugadoras somos casi todas fichadas. Hay dos o tres que van a la universidad y tienen clase online. No salimos de nuestro entorno para casi nada. Quizá por eso estamos teniendo esta suerte de que no estamos teniendo casos contagiados.
P. Hace poco firmaste un 20+10 en puntos y asistencias, además tienes mucha producción en rebotes, promedias casi 14 puntos, más de 4 faltas recibidas por partido... ¿Te habías encontrado alguna vez así?
C.S. Profesionalmente, está siendo el mejor año que llevo, estoy en un equipo en el que me acompañan las circunstancias, soy joven, y a pesar de eso soy de las que más años llevo jugando la liga, desde que era junior e incluso cadete estaba jugando ya en LF2, me toca ser una de las veteranas en este equipo de la liga.
Tengo la confianza de mis entrenadores y compañeras que confían mucho en mi y estoy haciendo muy buena temporada. Es un poco raro ser la veterana con 20 añitos, el año pasado en Unicaja tenía jugadoras referentes para mi, en Almería estaban siempre encima mía y me daban consejos las mayores... ahora la situación es contraria, hay jugadoras con mucha menos experiencia que yo, e intento ayudarlas en todo lo que pueda, y aprender de todas ellas. Un poco diferente, pero estoy bien.
P. ¿Qué te hizo decantarte por llegar a Melilla Sport Capital LaSalle?
C.S. Tenía varias opciones este verano, pero el año pasado fue difícil, no tenía muchos minutos, y quería estar en un equipo en el que tuviera protagonismo y saber que puedo jugar muchos minutos si estoy bien.
Me llamaron y sabía que iba a ser un proyecto que iba a ir hacia arriba con muchas jugadoras jóvenes. Me favorecía mucho a la hora de participar en el juego. Con tanta gente extranjera tienes que tener en la pista nacionales siempre. Sabía que si trabajaba podía irme muy bien, y así ha sido. En verano entrené mucho, y llegué muy bien al comienzo. Creo que estoy físicamente mejor que nunca, y en juego tengo mucha confianza y me está yendo bastante bien.
P. Tu punto fuerte en cancha, para quién no te conozca.
C.S. Correr, jugar a campo abierto. Me encanta el contraataque, y es mi punto fuerte.
P. Triunfo ante UCAM Primafrio en casa, en Canoe... ¿Vais a más en Melilla?
Empezamos la liga regular, porque no nos conocíamos, solo Claudia (Alonso) y yo habíamos jugado en esta liga cuando empezó el curso. Al principio conseguimos 1 victoria en 8 partidos, pero muchos partidos se nos escaparon por poco. Con Unicaja o Leganés estuvimos ahí... pero tras la segunda victoria contra Pozuelo arrancamos, ganamos a Picken Claret la siguiente semana y vamos hacia arriba... estamos bien.
P. Y el adiós a Unicaja de Málaga tras jugar el pasado año allí... ¿Por qué se produjo?
C.S. Es verdad que al final (16 minutos de media) no juego tan poco, pero fui de más a menos, acabé con un sabor amargo de boca. Era un equipo que buscaba el ascenso, aprendí mucho y fue un sueño jugar en Unicaja, con el nombre que tiene, etc.... pero el club hizo un equipo completamente nuevo, y casi todas las jugadoras fueron cortadas, se quedaron con las jugadoras de casa y las veteranas. Eso sí, progresé mucho, y en pocos equipos de LF2 puedes tener todo lo que tienes allí, con un club tan profesional.
P. Coqueteando con la Liga Femenina 2 ya desde cadete en Almería. ¿Derribando barreras desde muy joven?
C.S. Desde que crecí tuve la suerte que el club tenía equipos grandes, en cadete de segundo año ya teníamos nacional y LF2, y cuando era junior descendieron de LF2 para conseguir ascender al año siguiente, y quedándome en junior de segundo en la categoría.
Desde siempre han apostado por el femenino, y hemos tenido muchos recursos para seguir avanzando y creciendo como jugadoras. Lo primero que pasó cuando llegué a senior fue que me fui a Estados Unidos.
Y a la la vuelta, llevaba en Almería desde que era pequeña y tenía la inquietud de conocer otros sitios, ver más allá de lo que era jugar en casa. Allí siempre tendré tiempo para volver. Estoy estudiando a distancia en la UNED (Administración y Dirección de Empresas) y cada año puedo estar donde mejor me convenga, en el equipo que más apueste por mi.
P. NCAA. Una adaptación complicada... y a los seis meses de vuelta.
C.S. Me dieron la oportunidad y no quería desaprovecharla y luego arrepentirme. No llegué a adaptarme, era muy difícil para mi por el idioma, en mi equipo nadie hablaba español. Y no me llegué a adaptar, ese fue el principal motivo. La cultura allí era totalmente diferente, y decidí volverme a España. Cambiaria aprender el idioma, me fui con muy poco nivel. Me costó mucho adaptarme en ese aspecto, pero no es fácil esa situación. Si hubiera ido con más nivel de inglés hubiera sido todo más fácil.
P. ¿Y tu relación con el tenis? Fuiste campeona de España Benjamín, subcampeona en Alevín... y te decantas por el baloncesto.
C.S. Cuando era pequeña, podía hacer en el cole todo lo que quisiera porque tenía todo el tiempo del mundo. Pero en sexto de primaria en alevín me empezaron a llamar de la selección andaluza de baloncesto, y cuando más entrenaba en tenis era en fin de semana.
Tuve que decidir, no tenía tiempo de estar a un nivel alto en los dos deportes. El basket me divertía más por ser algo grupal: el tenis me gustaba pero entrenaba sola con mi entrenador, muchas horas, y teniendo las dos perspectivas me decidí por el baloncesto. Me he llevado de ese deporte la superación en ti mismo, es un deporte en el que estás tú sola, pierdes tu sola, ganas tu sola, y eso al final se nota.
P. Tus referentes, Ricky Rubio y Rafa Nadal.
C.S. Si, Ricky en el basket me encantaba cuando estaba en el Barca, quería ser como él. Ahora, ha crecido y ha llegado donde ha llegado, y Rafa es aún más ídolo para mi por su forma de ser. Me leí el libro de su tío, y habla de su vida desde que era pequeño, y lo recomiendo porque es una historia de superación, y sabía donde quería llegar y entrenando llegó hasta donde quiso. En chicas, Amaya Valdemoro es una jugadora que me encantaba y tuve la suerte de poder conocerla, porque iba a sus campus en Murcia de pequeña, y su superación con todas sus lesiones y todo lo que ha conseguido es una super ídolo.
P. El partido de tu vida hasta ahora. Jugabas en CAB Estepona en el famoso duelo de los Guindos hace dos años en el que Unicaja subió a LF2 (perdiendo) tras dos prórrogas...
C.S. El partido con más intensidad de mi vida. Por como fue todo, la fase, el objetivo que teníamos era ir al ascenso sí o sí, y teníamos a Unicaja como un rival muy duro. Llega la fase, perdemos el primer partido, ganamos el segundo, y teníamos el tercero para meternos. Dos prórrogas, con mucha gente, uno de los más días más bonitos que me ha dado el basket. Fuimos el único equipo que ganó a Unicaja, pero subieron por average.
P. Para acabar. ¿Dónde te ves el día de mañana?
C.S. Cualquier jugadora que esté compitiendo a un nivel como este siempre quiere llegar a más. Tengo 20 años, estoy en LF2, pero tengo claro que en 2-3-4 años, si sigo mejorando, mi objetivo es intentar llegar lo más alto que pueda, así que seguiré trabajando y porque no en unos años poder llegar a lo más alto del baloncesto español, la Liga Femenina Endesa.
Foto: Sweet Basket
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